viernes, 28 de septiembre de 2012

¡Estrenamos compostador!

¡Acabo de instalar mi nuevo compostador! Me ha llegado a las manos a través de un programa del ayuntamiento para promover el compostaje casero… con librito y todo explicando el proceso, pero la verdad es que al montarlo me han asaltado varias dudas y tras un rato consultando por internet, he decidido lanzarme a la piscina (en sentido figurado, ¡que ya empieza a hacer frío!) e ir haciendo a mi antojo… A ver qué sale. Y, por qué no, colgar parte del proceso en el blog, por si mis errores –¡y aciertos, espero!- le pueden servir a alguien en mi misma situación.
 
Así pues, os presento mi compostador. Tenía que ser de 2 “pisos”, o sea el doble de alto añadiendo otro piso de paneles, pero hemos decidido que al ser sólo 2 personas tampoco generamos tanta orgánica, y así será menos “trasto” para nuestra terracita.

 La primera duda que me he planteado es: ¿qué material pongo primero? Poner directamente restos de comida me ha parecido algo guarrete… En el librito decía de poner algo con estructura para permitir el drenaje, como grava o ramitas, pero tengo entendido que el compost maduro se va sacando por abajo, ¿entonces el primer compost lo sacaría mezclado con grava y ramas? ¿Y luego qué? ¿Tendría que añadir más grava desde abajo? Así que esa opción no me convencía, además que este modelo de compostador tiene unos agujeritos en el fondo (debajo he de poner algo para recoger el líquido que sale, que se llama lixiviado; pondré un platito de esos que se ponen debajo de las macetas) que entiendo que ya sirven para que drene y no haya exceso de humedad en el compostador, que he leído que no conviene. Vale, pues ¿entonces qué pongo primero? ¿Tierra? ¿Hojas? ¿Restos de comida?


Al final, nos hemos decidido por las hojas. Hace apenas 2 meses y medio que nos hemos mudado a esta planta baja, y con los plataneros que crecen cerca me he acostumbrado a ir barriendo la terraza y acumulando las hojas en un cubo para luego llevarlas al contenedor de orgánica. Últimamente no había muchas hojas que recoger, así que el cubo ha estado lleno y expuesto a la poquita lluvia de estas últimas semanas… Como había una buena cantidad de hojas acumulada, hemos decidido ponerlas como primera capa del compostador, y encima ya iremos tirando los restos de comida y mezclando con más hojas a medida que vayamos barriendo la terraza.

Pero, ¡sorpresa! Cuando he volcado el cubo de hojas en el compostador, ha resultado que la naturaleza ya había empezado su trabajo! En el fondo del cubo las hojas estaban descompuestas y con un agradable olor a tierra húmeda, como a bosque, que dicen que es el olor que tiene que hacer el compost. Así que he pensado que iría bien tener el proceso un poco empezado, y he distribuido las hojas por el fondo del compostador, y luego he puesto encima la piel del melocotón que hemos comido hoy. Y como era muy poca cosa y se supone que hay que mezclar a partes más o menos iguales materia seca (como las hojas secas, claro que las que están a medio compostar no las cuento como secas) y materia fresca, me he ido al cubito de orgánica a ver qué podía recuperar de la cena de ayer.

 Y así ha quedado, con los restos de la ensalada y la crema de puerros de ayer, la piel de una manzana y alguna cosa más, ¡ya está en proceso mi compostador nuevo! Ah, los huesos de conejo no los he puesto, que dicen que cuesta mucho de compostar y además como hay gatos en el vecindario fijo que nos harían alguna visita…
¡Ya os contaré qué tal va! De momento he aprendido que no se deben poner pieles de cítricos ni de plátanos si no son ecológicos, por los fungicidas con que los fumigan (el proceso de compostaje requiere de bacterias y hongos, y los pesticidas los matarían, deteniendo el proceso). Restos de carne o pescado tampoco se recomienda por lo que os he dicho de animalillos que vengan a robarlos y porque cuesta mucho compostarlos bien sin que apeste, y por supuesto, nada de plásticos, papel impreso u otros materiales no orgánicos. Si se hace todo bien, no vamos a sufrir malos olores ni nos vamos a tener que ocupar demasiado del compostador, simplemente ir añadiendo restos y, dentro de unos meses, sacar el compost ya maduro para alimentar a mi huertecito!